Como le dicen las abuelas a sus nietas "No hay almuerzo gratis", para que sepan que, cuando alguién les quiere pagar todo, es buscando algo más y se los van a cobrar. Nada lo regalan, todo es a cambio de algo. Y hay que saber valorar si ese "trueque" nos conviene o no. Mientras nos regalan estadios de futbol y un puente de la "amistad" que hasta mal quedó, Costa Rica, país que se promociona como "ecológico", es de los principales proveedores en el mundo de aletas de tiburón para China y Taiwán. En los muelles privados pasa de todo, donde nadie ve nada. Y en la isla del Coco por ejemplo, solo hay una lancha para combatir cientos de barcos que llegan a masacrar las riquezas de nuestros mares, cortan las aletas de cientos de miles de tiburones vivos para tirarlos de nuevo al agua, para que un chino tenga su viagra. Mientras tanto nuestros políticos se echan un "menudillo" a la bolsa por su silencio y complicidad. Y nadie aquí se entera de nada. Pero mientras tengamos estadio nuevo y venga Shakira, todo mundo feliz.
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